Jesús y el adulterio
Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
— Mateo 5:27-28, RV-60
Dios es bien radical con el problema del «adulterio». Desea y ordena que seamos hombres y mujeres de una sola pareja. No acepta bajo ninguna razón tener otras relaciones aparte del cónyuge. Sabemos que este es un veneno que mata los matrimonios y que cada vez más se filtra en las iglesias.
Por lo tanto, nosotros tenemos el llamado a cuidar los hogares, a huir de la tentación, pasar tiempo de calidad con nuestra pareja y tener muchísima comunicación. La clave de todo esto es tener a Jesús en el hogar como base. Además, la oración individual y en pareja es una bendición y es la manera de cubrir nuestro hogar.
Recuerda que no vale la pena que por un momento de placer o por una aventura se arroje por la ventana el matrimonio y los hijos. Sobre todo, que tengamos que vivir las consecuencias por nuestros actos donde el juez supremo es Dios.
Aunque tanto el hombre como la mujer tienen la responsabilidad del matrimonio, Dios le va a pedir cuentas al hombre que es la cabeza del hogar. Si tiene la autoridad, tiene mayor responsabilidad ante Él.
Busca a tu pareja, reconcíliate con ella y arregla tus cuentas con Dios.
Un Día a la Vez Copyright © by Claudia Pinzón
Dios es bien radical con el problema del «adulterio».
No comments:
Post a Comment