De día en día
Soy yo mismo el que los consuela. ¿Quién eres tú, que temes a los hombres, a simples mortales, que no son más que hierba?
~ Isaías 51:12 (NVI)
A veces nos pasa que hemos tenido un fin de semana bien activos con Dios. Hemos tratado de estar en comunicación con Él y hacer su voluntad. Entonces, ¡sorpresa! Llega un nuevo día, una nueva semana, y con ellos las luchas y los problemas. Así que dices: «Dios mío, ¿hasta cuándo? Dios mío, ayúdame, no puedo más».
Para esos momentos es que viene este recordatorio de vivir de día en día. No te llenes la cabeza pensando en lo que fue y ya no es… vive el presente, tu presente, y procura vivir el hoy. De ese modo, cuando llegue la preocupación, tendrás cabeza para pensar y evitarás tomar una decisión equivocada.
Recuerda que aunque la situación que atraviesas hoy sea más difícil que tus fuerzas, Dios está allí presente en tus noches de angustia. Te da la compañía cuando te sientes solo.
Incluso, a veces permite esta breve preocupación para que le busques de manera exclusiva a Él. No quiere que tu enfoque sea carnal, sino espiritual.
Hoy es una excelente oportunidad para rendirle tu problema al número uno en la solución de las crisis. Su nombre es «Jesús».
Un Día a la Vez Copyright © by Claudia Pinzón
A veces nos pasa que hemos tenido un fin de semana bien activos con Dios. Hemos tratado de estar en comunicación con Él y hacer su voluntad. Entonces, ¡sorpresa! Llega un nuevo día, una nueva semana, y con ellos las luchas y los problemas. Así que dices: «Dios mío, ¿hasta cuándo? Dios mío, ayúdame, no puedo más».
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