Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo.
Efesios 2:4-5 (NVI)
Señor, hoy he recordado que el favor, la gracia y tu misericordia son muestras grandiosas de tu amor por mí.
Puedo entender que ya perdonaste mis pecados con el mayor sacrificio que hiciste por la humanidad, al entregar a tu único Hijo, Jesús, para que sufriera una muerte de cruz a fin de darme vida eterna.
Señor, ayúdame a vivir esto ahora como un principio de vida y a no sentirme nunca más culpable. Que aunque te falle porque soy humano, nunca más volveré a pensar que ya no me quieres o que me vas a quitar el regalo de una vida eterna.
Que si caigo, me levantaré y seguiré adelante en esta nueva oportunidad de vida. Y que si me desvío, con tu amor me encaminarás y corregirás.
Gracias, Dios mío, por el regalo de la vida.
Ayúdame a conocer cada día más tu amor.
Amén y amén.
Un Día a la Vez Copyright © by Claudia Pinzón
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