Wednesday, February 8, 2017

Nuestro Pan Diario - El Abogado

Leer: 1 Juan 1:8–2:2 | La Biblia en un año: Mateo 25:1-30

… si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo (1 Juan 2:1).

Desde una cárcel de Florida, en junio de 1962, Clarence Earl Gideon escribió una nota a la Corte Suprema de los Estados Unidos pidiendo que se revisara su condena por un crimen que no había cometido. Y agregó que no tenía medios para contratar a un abogado.

Al año, en el histórico caso Gideon c/ Wainright, la Corte Suprema dictaminó que las personas que no podían costear su defensa debían recibir la asistencia de un defensor público provisto por el Estado. Tras esta decisión, y con la ayuda de un abogado de oficio, Gideon fue juzgado nuevamente y absuelto.

Pero ¿qué sucede si somos culpables? Según Pablo, todos lo somos, pero la corte celestial provee un Abogado, el cual, costeado por Dios, ofrece defender y cuidar nuestra alma (1 Juan 2:2). Jesús nos ofrece una libertad que incluso los presos han descrito como mejor que cualquier otra cosa experimentada fuera de la cárcel. Es libertad del corazón y la mente.

Ya sea que suframos por las injusticias hechas por nosotros o contra nosotros, Jesús puede representarnos a todos. En su autoridad suprema, Él responde todo pedido de misericordia, perdón y consuelo.

Jesús, nuestro Abogado, puede convertir nuestra prisión de desesperanza, temor o remordimiento en un lugar lleno de su presencia.

Señor, quiero experimentar la libertad de tu presencia.

Aquel que murió como nuestro Sustituto vive ahora como nuestro Abogado.


No comments:

Post a Comment