He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Apocalipsis 3:20, RV-60
Cuando analizamos la frase «Dios toca a la puerta», de inmediato pensamos en su significado según la Palabra y lo que representa: El toque del Señor a la puerta de nuestro corazón.
A pesar de que Dios es el único que nos conoce de manera profunda y sabe todas las cosas que cometemos, Él no toma represalias en nuestra contra. Por el contrario, toca a nuestra puerta a fin de darnos salvación y guiarnos si nos desviamos o andamos en malos caminos.
Siempre tenemos varias oportunidades de cambiar y de enderezar nuestros caminos. A decir verdad, nuestro Padre quiere las aprovechemos con su ayuda y que lo hagamos a tiempo, no cuando toquemos fondo o la situación sea preocupante en realidad.
Hoy es tu día. Así que renuncia a todo lo que te aleja de Dios. Además, pídele que te guíe para hacer su voluntad.
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