Es decir, nuestro enfoque no debe ser el esfuerzo, sino la consagración: vivir cada momento en sumisión al Señor, confiando en Él y no en nosotros mismos. Pablo señala que este es el significado de «andad en el Espíritu» (Gálatas 5:16).

¿Estás listo para un cambio? Puedes cambiar porque Dios está en ti. Al entregarle el control, el Señor te ayudará a producir el fruto de su semejanza.


Señor, necesito tu poder para poder cambiar y crecer. Me entrego a ti. Ayúdame a entender cómo ser sumiso para ser lleno de tu Espíritu.

A Dios le interesa más nuestra consagración a Él que nuestras habilidades. 

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