Que nuestro «no» sea «NO»
El temor del Señor es el principio del conocimiento; los necios desprecian la sabiduría y la disciplina.
~ Proverbios 1:7 (NVI)
Este devocional es, en realidad, la segunda parte del que tuvimos ayer. En esa ocasión hablamos de ser personas de una sola palabra y de dar testimonio también con nuestras decisiones. Aprendimos que el tener palabra nos libra de muchos malos ratos y de muchas situaciones comprometedoras.
Con el «no» sucede lo mismo que con el «sí». Cuando se dice «no» a tiempo, te puedes librar de un gran pecado o de una mala decisión de verte expuesto a momentos de los que quizá te arrepientas toda la vida.
Claro, también con decir «no» se puede ser contraproducente en otras circunstancias de la vida. Por ejemplo, negar a Dios, negar que eres cristiano porque te avergüenzas ante la gente que no le conoces o por orgullo permanecer negados a cambios.
Hoy queremos pedirte, Dios mío, que nos muestres con claridad cuándo nuestra falta de palabra ha involucrado a otras personas y quizá no hemos dado el mejor testimonio.
Te pedimos que nos guíes y nos permitas ser hombres y mujeres con el carácter de tu Hijo Jesucristo y no vivir por lo que piensen los demás, sino por la convicción de agradarte y honrarte.
Un Día a la Vez Copyright © by Claudia Pinzón
Este devocional es, en realidad, la segunda parte del que tuvimos ayer. En esa ocasión hablamos de ser personas de una sola palabra y de dar testimonio también con nuestras decisiones. Aprendimos que el tener palabra nos libra de muchos malos ratos y de muchas situaciones comprometedoras.
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